1er Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda
El Partido Comunista de Vietnam valora altamente la significación de este encuentro, y somos del criterio de que el mismo contribuirá a la consolidación de un gran bloque de unidad entre todos los partidos de izquierda y progresistas.
Esta constituye una magnífica ocasión para establecer, ampliar y fortalecer la colaboración con los órganos que ejercen estudios políticos por parte de los diferentes partidos, y que contribuyen a fortalecer la divulgación del pensamiento progresista y revolucionario, así como coordinar la lucha para refutar los puntos de vista errados y hostiles, defender los hermosos valores que nos guían a todos que son: paz, independencia, democracia y progreso social.
Como persona que toda su vida apoyó la solidaridad internacional, Fidel Castro constituye un fiel aliado de las naciones que conforman el Tercer Mundo. Él era del criterio de que Revolución es unidad, independencia, lucha por los justos sueños de Cuba y del mundo, y que es la base del patriotismo, del socialismo y del internacionalismo de Cuba. En el año 1960, a la edad de 34 años, en el discurso que él pronunciara en la Asamblea de Naciones Unidas, Fidel Castro apoyó el mecanismo legal de la República Popular de China en la Asamblea General de Naciones Unidas. Después, Cuba se convirtió en la primera nación latinoamericana en establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China. En 1973, Fidel Castro se convirtió en el primer dirigente extranjero en visitar Vietnam en plena guerra, y afirmó que “Por Vietnam, Cuba está dispuesta a dar hasta su propia sangre”. A lo largo de toda su vida, Fidel Castro también respaldó y ayudó al máximo, la justa causa de liberación y luchas de países socialistas como Corea del Norte, Laos, así como otras naciones de Medio Oriente, América Latina y África.
Gracias al esfuerzo personal de Fidel Castro, los países del tercer mundo pertenecientes a la región de América Latina y demás fuerzas progresistas en todo el mundo, lograron establecer diferentes tipos de frentes de solidaridad y formas de cooperación e intercambio de valiosas ideas con el fin de impulsar reformas en el sistema político en todo el mundo y construir reglas internacionales con vista a defender los derechos e intereses de los países en vías de desarrollo. A inicio del año 1990, ante la grave situación regional y mundial, Fidel Castro adoptó un plan estratégico capaz de movilizar a las masas y despertar la percepción de estas sobre la esencia de lucha del neoliberalismo, y luego encontrar una vía para de conjunto enfrentar el imperialismo y las fuerzas oligarcas en diferentes sectores. Gracias al impulso directo de él, surgió el Foro de Sao Pablo, una organización de izquierda en América Latina.
En el año 2004, por iniciativa de Fidel Castro, se funda la Cumbre de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América Latina-Tratado Comercial de los Pueblos (ALBA-TCP). Esta constituye la primera organización regional en la historia de América Latina que pone los intereses de los ciudadanos por encima de los intereses del capitalismo transnacional, y constituye también el único mecanismo de integración que cumple de manera bien clara la misión de eliminar el hambre y la exclusión social. El desarrollo y profundización del ALBA ha servido para aportar experiencias, representa una fuente de inspiración para que los demás países en vía de desarrollo participen de manera mucho más profunda en la región, mejore la integración internacional, se fortalezca la colaboración Sur-Sur, y se ponga en marcha un nuevo orden económico y político internacional.
El pensamiento de Fidel Castro está lleno de verdades y fuerzas, no solo logró convencer a sus compañeros y doblegar al enemigo, sino que además transmite aliento a los pueblos del mundo a que luchen por ideales comunistas. Hasta el fin de su vida, Fidel Castro siempre creyó firmemente en los ideales que siguió toda su vida. El 19 de abril del año 2016, Fidel Castro en sus palabras de despedida ante el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba dijo: “Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos. A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo cubano vencerá”.
Fidel Castro no solo representa el espíritu de solidaridad e internacionalismo proletario, sino que además siempre llamaba a la unidad internacional en la lucha contra el imperialismo. Él era del criterio de que la globalización económica es una ley natural del desarrollo histórico del mundo y que es resultado ineludible del avance del hombre en cuanto a productividad se refiere, pero que a la globalización de una distribución equitativa tal y como lo subrayara Carlos Marx, aún le falta mucho tiempo para que se materialice. Él enfatizaba en que no nos oponemos a la globalización económica y que tampoco es posible oponerse a ella. A lo que sí nos oponernos es a la globalización del neoliberalismo, por ser una herramienta de la que se valen las grandes potencias para explotar y controlar el mercado mundial.
Fidel Castro era del criterio de que el período de transición del capitalismo al socialismo aún está en marcha, que la situación internacional actual de la larga lucha de los pueblos, no significa que el imperialismo ha desistido de su esencia bélica, y que la tendencia indispensable a su destrucción sigue invariable; el neoliberalismo es la última manifestación del imperialismo, y que luchar contra el neoliberalismo es luchar contra el imperialismo.
Además, Fidel Castro también pensaba que la polaridad entre ricos y pobres, el desempleo, la corrupción, las drogas y la violencia son resultados inevitables del proceso de globalización del capitalismo. Él hacía un llamado a todas las naciones en el mundo a la solidaridad, a estar alertas y ser activos para enfrentar los retos de la globalización como son la hambruna, la emigración, los problemas del medio ambiente, las guerras y el terrorismo. Él enfatizaba que, el subdesarrollo de los pueblos del tercer mundo es resultado del proceso de desarrollo del capitalismo, que el desarrollo agrícola y la industrialización constituyen elementos esenciales en la estrategia de desarrollo del tercer mundo, y que la educación y la ciencia son elementos decisorios del desarrollo. Los países del tercer mundo no solo luchan por conquistar la independencia nacional, llevar a cabo la emancipación del hombre, sino que además tienen que llevar a cabo luchas económicas en la arena internacional. Solo con la eliminación del intercambio desigual y el proteccionismo entre el Norte y el Sur, y estableciendo un sistema financiero a largo plazo con bajas tasas de interés y un nuevo sistema monetario internacional, es como único se lograría que la deuda de los países del Tercer Mundo disminuya y llegue a ser mucho más justa y equitativa.
Después de la desintegración de la Unión Soviética y de los fuertes cambios ocurridos en Europa Oriental, con el objetivo de poder enfrentar los desafíos de la globalización económica, Fidel de manera activa movilizó a la intelectualidad y a las organizaciones internacionales para que aportaran ideas acerca de la globalización económica. De 1999 al 2009, Fidel fue del criterio de que se estableciera un Fórum Internacional sobre “Los Problemas de la Globalización y el Desarrollo”, el cual fue organizado y dirigido por la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC). Fidel en más de una ocasión, intervino en este importante fórum y realizó profundos intercambios con economistas de renombre de Estados Unidos sobre globalización y desarrollo económico. Enfatizaba que él no era ni profeta ni economista, pero que todo el que tuviera un poco de cultura elemental entendería que la globalización económica era irreversible, pero que la globalización neoliberal es insostenible. Llamaba a la comunidad internacional a trabajar de manera activa para resolver la pérdida de equidad y justicia provocada por la globalización.
La vida y obra de Fidel Castro nos permite apreciar que, partiendo de ser un joven apasionado y con un modesto espíritu nacionalista, logró convertirse en un dirigente revolucionario, que supo atravesar los altos y bajos de su época. Él no solo hizo que el mundo tuviera cambios profundos, sino que además dejó un vasto legado. Él es un estadista, un científico, un filósofo, y al propio tiempo un combatiente que condujo al pueblo cubano a superar todos los retos de la época.
En lo que respecta al mundo, el internacionalismo y la solidaridad constituyen las cuestiones más importantes que él dejó para la humanidad. Fidel Castro era del criterio de que la Revolución cubana no existiría si no hubiera existido el internacionalismo proletario. Amparado en ese espíritu, y en este importante evento, permítanme repetir una frase inmortal pronunciada por él cuando dijo: “Quienes no sean capaces de luchar por los demás, jamás podrán luchar por ellos mismos”.