Del Libro: El turno del ofendido
DESNUDA
Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros,
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.
Tu desnudez derriba con su calor los límites,
me abre todas las puertas para que te adivine
me toma de la mano como un niño perdido
que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas.
Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que me nutre;
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a las sombras los deseos me ladran.
Cuando te me desnudas en los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.
El día en que te mueras te enterraré desnuda,
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.
LO QUE ME DIJO UN LOCO
Me contaste que tu padre era un pequeño mar.
Que los ángeles son unos estupidillos
pero por las noches hacen mucho daño con sus uñas de cola de cometa.
Me contaste que en tu casa la lluvia naufraga
y tus hermanas castran furiosas los almendros.
Me contaste que los sedientos son la gran esperanza.
Que silbar en los parques es confesarse impotente
de recuperar el vino de las palabras que uno dice de niño.
Me contaste que la mujer gorda te era desconocida
y que por eso odiabas los gestos de su espalda.
Me contaste que era mejor no salir a la calle
porque a cierta edad es obtuso hacer víctimas.
Me contaste que hay algo que se llama luz
imposible de explicar con las manos.
Me contaste que los árboles no son los principales enemigos
y que no debía creer nada de lo que hablan desde el otro lado de las rejas.
LAS FEAS PALABRAS
En la garganta de un beodo muerto
se quedan las palabras que despreció la poesía.
Yo las rescato con manos de fantasma
con manos piadosas es decir
ya que todo lo muerto tiene la licuada piedad
de su propia experiencia.
Furtivamente os las abandono:
feas las caras sucias bajo el esplendor de las lámparas
babeantes sobre su desnudez deforme
los dientes y los párpados apretados
esperando el bofetón.
Amadlas también os digo. Reñid a la poesía
la limpidez de su regazo.
Dotadlas de biografía ilustre.
Limpiadles la fiebre de la frente
y rodeadlas de serenas frescuras
para que participen también de nuestra fiesta.
ALTA HORA DE LA NOCHE
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
porque se detendría la muerte y el reposo.
Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos,
sería el tenue faro buscado por mi niebla.
Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas.
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.
No dejes que tus labios hallen mis once letras.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.
No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto:
desde la oscura tierra vendría por tu voz.
No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre.
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.
Del libro: Taberna y otros lugares
- E. A.
El Presidente de mi país
Se llama hoy por hoy Coronel Fidel Sánchez Hernández.
Pero el General Somoza, Presidente de Nicaragua,
también es Presidente de mi país.
Y el General Stroessner, Presidente del Paraguay,
Es también un poquito Presidente de mi país, aunque menos
que el Presidente de Honduras o sea
el General López Arellano, y más que el Presidente de Haití,
Monsieur Duvalier.
Y el Presidente de los Estados Unidos es más Presidente de mi país,
ese que, como dije, hoy por hoy,
se llama Coronel Fidel Sánchez Hernández.
Del libro: Poemas clandestinos
ARTE POÉTICA 1974
Poesía
Perdóname por haberte ayudado a comprender
que no estás hecha solo de palabras.
PODRÍA SER
Para los burgueses
la patria las leyes el honor y Dios
no tienen sentido sin
la propiedad privada y “la libre empresa”.
Para los proletarios
la muerte de la propiedad privada
y de “la libre empresa”
daría sentido a la Patria las leyes el honor
y tal vez hasta a Dios.
CARTITA
Queridos filósofos,
queridos sociólogos progresistas
queridos sicólogos sociales:
no jodan tanto con la enajenación
aquí donde lo más jodido
es la nación ajena.