Por José Luis Centella
Presidente Partido Comunista de España
Según el diccionario de la Academia de la Lengua Castellana, por Revolución se entiende “Un cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional. Levantamiento o sublevación popular”, es decir, se limita el concepto de revolución a un momento concreto, y a una acción concreta.
Sin embargo en el caso de la Revolución Cubana, este concepto se desborda para referirse, no solo al momento de la toma del Poder, sino a todo el proceso de transformaciones sostenidas en el tiempo, que tratan de construir una Cuba socialista. Este desbordamiento se concreta en una definición, cuando Fidel Castro plantea el concepto de Revolución que hoy aparece en cientos de lugares, incluido el Cementerio de Santa Ifigenia donde reposan los restos del Líder Histórico de la Revolución.
El gran riesgo que se corre con las frases o definiciones, es que se conviertan en consignas vacías de contenido, que se repitan tanto, que terminen por perder su sentido práctico. Por ello, considero que en este aniversario de la Revolución Cubana, nada mejor que analizar la definición que de ella nos dejó Fidel Castro, para darle la perspectiva histórica de estos 60 años.
Es necesario resaltar algunas ideas, empezando por aclarar que el triunfo de la Revolución Cubana fue posible, porque quienes embarcaron en el Granma, tuvieron sentido del momento histórico, para conectar con un pueblo como el cubano, que anhelaba liberarse de un régimen dictatorial, injusto y cruel, que bajo la bota de Fulgencio Batista, había convertido a su patria en un burdel a disposición de la mafia y del capital estadounidense, y había profanado los símbolos más queridos por el pueblo cubano, uno de ellos su Apóstol José Martí, distorsionando sus enseñanzas y la propia bandera de la República de Cuba, humillada al ser puesta al servicio de intereses extranjeros.
Como también tuvieron sentido del momento histórico, Fidel Castro, Felipe Pazos y Raúl Chibas, cuando firmaron el Manifiesto de Sierra Maestra el 12 de julio de 1957, por el que se unían las distintas fuerzas revolucionarias para derrotar la dictadura Batistiana.
De la misma manera, la Revolución Cubana ha perdurado porque fue consciente desde el primer momento de la necesidad de cambiar todo lo que debe ser cambiado para conseguir la igualdad y la libertad plenas.
En el momento en que una ola sacudió el yate Granma, arrastró al expedicionario Roque, y Fidel ordenó detener la marcha para rescatarlo, demostró que una de las señas de identidad de la Revolución sería garantizar a cada cubano o cubana el derecho de ser tratado y tratar a los demás como seres humanos, cuestión que quedó demostrada también en los años de la guerrilla con la relación establecida con el campesinado.
En las honras fúnebres de las víctimas de los bombardeos imperialistas, cuando Fidel proclama el carácter socialista de la Revolución, era plenamente consciente de que la fortaleza del pueblo cubano dependía de que se tomara conciencia que tendría que emanciparse por si mismo y con sus propios esfuerzos, desafiando poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional.
La caída de la URSS llevó al pueblo a sufrir las más duras consecuencias del inhumano bloqueo que les impuso el imperialismo, de manera que durante ese periodo se reafirmó que Revolución significaba defender los valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio.
Si algo ha caracterizado a los miles de cubanas y cubanos, que en todo el mundo desarrollan labores internacionalistas y humanitarias es que lo hacen con modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo, dando un ejemplo de la superioridad moral de la Revolución Cubana frente a un imperialismo prepotente, interesado en robar los recursos naturales a los pueblos que asedia.
No ha sido fácil superar dificultades, agresiones; pero la audacia, la inteligencia, el realismo, el no mentir jamás, ni violar principios éticos, la convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas, daban el impulso que necesitaba el pueblo cubano para hacer frente a la mayor máquina militar, propagandística y económica que ha conocido la historia.
Estas palabras son la muestra del por qué la maquinaria carcelaria y represiva de los Estados Unidos, no pudo aplastar la resistencia de los 5 Héroes cubanos encerrados en las cárceles del imperio, porque sentían que los sostenían la fuerza de la verdad y las ideas revolucionarias.
Sin dudas la gran fuerza de la Revolución Cubana ha sido la unidad y la defensa de la independencia. Unidad en la lucha, unidad en el trabajo, unidad que no es uniformidad, sino reconocimiento de las diferencias para integrarlas en un proyecto común de lucha por los sueños de justicia para Cuba y para el mundo que es la base del patriotismo, del socialismo y del internacionalismo, de manera que cuando un médico cubano atiende a un paciente afectado por una catástrofe natural en cualquier lugar del mundo, es consciente de que está luchando por su patria, por el socialismo y por dar sentido a la consigna de “proletarios del todo el mundo uníos” .
Este recorrido por la definición que nos legó Fidel del concepto de Revolución, como proceso dialéctico que se desarrolla de una manera sostenida en el tiempo, nos demuestra que no estamos ante una proclama vacía de contenido o ante una definición académica, sino ante la realización de lo que hoy llevan a cabo millones de cubanos/as, que en su día a día, dan vida a la Cuba revolucionaria y que han debatido durante meses, sobre cómo dar forma a una Constitución que tiene como objetivo central consolidar los avances de la Revolución en la coyuntura actual.
Lo hacen, teniendo sentido del momento histórico que se vive y siendo conscientes de que una vez más, se necesita cambiar todo lo que tenga que ser cambiado, para seguir desarrollando los sueños de justicia y libertad que un día tuvieron los héroes que dieron su vida en el Moncada, quienes se embarcaron en el Granma, lucharon en la Sierra, pero sobre todo, quienes, tras la entrada en la Habana de la Caravana de la Libertad con Fidel a su cabeza, dedicaron su vida a construir la Cuba de hoy, enfrentando muchas dificultades y teniendo una cosa muy clara, que la Patria de Martí y de Fidel no está en venta, porque pertenece a todo el pueblo cubano.
De esta manera, quienes nos enfrentamos al imperialismo en cualquier lugar del planeta, quienes nos sentimos orgullosos de compartir las esperanzas de construir un mundo nuevo, una sociedad basada en la justicia social y en la solidaridad entre pueblos, tenemos en el concepto de Revolución que nos dictó Fidel, una guía práctica sobre cómo actuar, y la mejor manera en la que podemos celebrar este 60 aniversario de una Revolución que sentimos como nuestra, es precisamente plantando cara a quienes quieren acabar con ella.